La ignorancia es la felicidad

La ignorancia es la felicidad Todo empezó hace un año, cuando en el lapso de una semana me echaron del trabajo, me dejó mi novia y centrifugué a mi perro en la lavadora por error (inexplicablemente, Pulgoso adoraba el olor de mi ropa sucia y pagó por ello con su vida, aunque al menos tuvo una muerte limpia). Me derrumbé, aquella cadena de reveses echó a bajo la que había sido la estructura de mi mundo, abofeteando mi confianza y demoliendo cualquier sensación de seguridad en mi mismo. Y ellos se aprovecharon de ello. Me captaron a través de un foro de autoayuda, y no tardaron en convencerme de acudir a las sesiones de mindfulness que organizaban en un local que tenían alquilado y que financiaban con las aportaciones de los socios. Se llamaban Despertar Cósmico y pronto empezaron a hablarme de la filosofía que había detrás de su organización. Como su mismo nombre indica, buscaban hacer despertar a las personas, llevándolas a explorar los...